La creación de este deporte se remonta a 1930 en Uruguay.
Debido a la falta de campos libres, en las calles de Montevideo los niños comenzaron a jugar al fútbol en campos de baloncesto. El Fútbol de Salón nació el 8 de septiembre de 1930 en Montevideo de la mano del profesor Juan Carlos Ceriani. Él, utilizando los salones de gimnasio de la Asociación Cristiana de Jovenes, dibujó con tiza las porterías en la pared, para luego comenzar a utilizar las porterías del waterpolo. El hecho de que los alumnos utilizaran las pistas de baloncesto para jugar al futbol disgustó a los instructores de la materia.
Se basó en el waterpolo, balonmano, y baloncesto para redactar las primeras reglas de un nuevo deporte. Algunas de las que se adoptaron fueron: cinco jugadores en el campo (baloncesto), duración del partido de 40 minutos (baloncesto), un balón que rebotara poco, porterías pequeñas (balonmano), medidas del campo (balonmano) y reglamentación relacionada con los porteros (waterpolo).
Inicialmente se le llamó "fútbol de salón" y causó sensación en Uruguay, pasando posteriormente al resto de Sudamérica para extenderse poco a poco por todo el mundo.
En 1965, se creó la
Confederación Sudamericana de Fútbol de Salón, primera organización internacional de este deporte. Ese año también se disputó el primer campeonato sudamericano de selecciones.
La
Federación Internacional de Fútbol de Salón (
FIFUSA), fue fundada en 1971 en
São Paulo Brasil. Esta organización realizó en 1982 el primer mundial del deporte y posteriormente otros seis más. La
FIFUSA se mantuvo como organización independiente hasta su disolución en el año 2002.
Hacia fines de 1985, y ante el crecimiento exponencial del fútbol sala (también económicamente), Joseph Blatter, en esa época Secretario General de la
FIFA, tomó la decisión junto al entonces Presidente de la
FIFA Joao Havelange, de intentar incorporar el fútbol sala a la organización de la
FIFA. Desde entonces co-existen dos entes rectores de este deporte: la
FIFA y la
FIFUSA (reemplazada luego por la AMF).
En el 2000, problemas internos en la
FIFUSA hicieron que sus federaciones y confederaciones miembros la abandonen para intentar la unificación con la
FIFA, acuerdo que no prosperó. Posteriormente decidieron formar la
Asociación Mundial de Futsal en el 2002, con sede central en Asunción, Paraguay, la nueva organización continuó con los mismos miembros, y similares actividades, reglamentos y competencias que la
FIFUSA.
En los últimos
FIFA y
AFM han realizado esfuerzos y han puesto en marcha estrategias para que esta disciplina sea incluida en los
Juegos Olímpicos. Pero, fue la
AMF la que a través de la
Federación Colombiana de Fútbol de Salón ha logrado la inclusión del fútbol sala como deporte de exhibición en los próximos Juegos Mundiales de 2013 que se celebrarán en Colombia y que son avalados por el
Comité Olímpico Internacional